...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

viernes, 1 de julio de 2011

ALEJANDRO CÉSPEDES - LAS PALOMAS MENSAJERAS SÓLO SABEN VOLVER



Yo también fui un dios joven
y aprendí a caminar sobre las aguas.


Pero a aquella inocencia
la sujetaba un nudo de promesas.
No existía el recuerdo
y la memoria era
esplendor en la hierba todavía.


La vida era ilusoria.
Después se hizo real, y ahora ya es cíclica.
Paloma mensajera
que únicamente sabe
volver, una vez suelta, hacia el origen.


Lo mismo que el recuerdo,
ya no sabe avanzar, sólo regresa
y me arrastra con él.
En su obsesión repite:
son los seres que fui los que me aguardan.
El recuerdo es un viento
que erosiona la magia de los días.


He aprendido muy tarde
cuánto reseca el sol de la memoria,
cómo eclipsa su óxido
la luz de la mirada,
con qué zarzas restriega nuestros labios.


Se va agostando todo 
y se arruga el deseo entre las horas.
Maquillar las palabras, 
recomponer caricias,
no acallará los ecos del pasado.


Del tiempo somos huéspedes,
él edifica nuestra anatomía
con sueños anudados
que al aflojarse abren
sobre la piel profundas cicatrices.


Emigran a la infancia
los pájaros que anhelan paraísos.


Sólo queda la ausencia.
Recolectar los astros luminosos
y azulejar con ellos 
los sueños extinguidos
no tapará las grietas de la vida.


Después llega el recuerdo 
ajado del continuo manoseo.
Como un perro perdido
yo me afano y me obceco
relamiendo unas latas ya vacías.


El agua hunde mis pasos.
Se nubla el esplendor que hubo en la hierba.
Palomas mensajeras
vuelven hacia el pasado
para llevar semillas de memoria.


Alejandro Céspedes. Las palomas mensajeras sólo saben volver. Poesía Hiperión.

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