...¿A QUIÉN NO PODRÁS AMAR? SI SÓLO HAY UN HOMBRE,
SI SÓLO HAY UNA MUJER, SI SÓLO HAY UN MUNDO...
DANIEL MACÍAS.

martes, 12 de junio de 2012

GERALDINO BRASIL - QUIERO QUE ESCUCHES MI POEMA






MATERIA PRIMA


Si escribo esta palabra, Tierra, sudo como un labriego con su arado.
Tengo agua y un pedazo de pan en mi cuarto,
algunos libros que guardan los padecimientos humanos,
la ventana, el enorme dolor de las calles,
mi lecho, el deseo de tu cuerpo,
y el recuerdo de mi madre, convencida de que escucho sus consejos.
Si escribo esta palabra, Tierra, empiezo a parir un poema y eso me extenúa,
pues el problema es que la palabra tierra no me deja descansar,
y como el cuarto del poeta no se hizo para dormir
he de escribir esta palabra –Tierra, por todo el resto de la noche.
Si escribo la palabra Cielo para confortar mi espíritu,
si escribo la palabra Cielo, el verso ocupas,
una honra, Señor, pero tengo que salirme del cuarto
y mirar el verso desde lejos,
como un tejedor de pantuflas que termina su trabajo.


ACTUALIDAD DE LA POESÍA Y DEL AMOR


El poema me precede en todos mis actos.
El poema estaba ya en el barro del que nací.
Por eso desde niño amé como a un padre al extraño que pasaba perseguido,
los árboles codiciados, las mañanas tasadas, contabilizadas,
la arena del tiempo en nuestros dedos,
el ignorado trabajo del ladrillo en la pared,
la piedra que no puede escaparse de la orilla del camino.
Y voy hilando siempre mi poema.
Identifico los hombres y mujeres del futuro en esos niños que pronto
estarán construyendo contra la voluntad de sus padres la
Tierra del Tercer Milenio. Ellos crecen silenciosamente durante
la noche.
Sin el poema yo pienso apenas en las señales de tránsito y te reduzco,
hombre gordo, a un peatón que estorba en mi camino.
Solo por un esfuerzo de amor puedo darme cuenta de que los peatones
también tienen alma, aunque no como la de los automovilistas, y de
que a una mujer no le desagrada recibir el homenaje de un poema
para llevarlo en la cartera.




DE CARNE Y HUESO



A José Paulo Cavalcanti Jr.
Quiero que Pedro escuche mi poema:
Pedro, que es maquinista, no se saldrá de sus rieles.
Quiero que José escuche mi poema,
mas José con su cartera de cobranzas en la calle del mercado va en busca
            del esquivo deudor de quien vive.
Quiero que Flora escuche mi poema,
pero Flora está leyendo sobre anticonceptivos.
Quiero que Severino escuche mi poema,
y Severino, en la pared que construye montó su radio de pilas.
Quiero que Bety escuche mi poema,
pero Bety se va a casar; salió de compras.
Quiero que Mario escuche mi poema,
pero Mario anda de mal genio, está fastidiado.
Quiero que Teresa escuche mi poema
pero un poema no es marido, no lo sustituye, no sirve.
Quiero que un niño escuche mi poema
mas eso será cuando crezca y en él llore un niño.
Quiero que Jorge escuche mi poema,
pero Jorge se va a morir y está aprendiendo a rezar.
Quiero que los poetas escuchen mi poema
pero los poetas están leyendo en sus estudios a puerta cerrada.
Quiero que la ciudad escuche mi poema
mas –Ay de mí!,- en las casas están cenando o más probablemente
duermen sin cenar.



Geraldino Brasil

1 comentario:

  1. Solo puedo dentirme agradecida a ti por los poemas que nos acercas, además de los propios.
    (no conocía a este poeta, me ha encantado)

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